LA LUZ ¿BAJO UN ALMUD?

MATEO 5

14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 

15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16; Marcos 4:21-22; Lucas 8:16, 11:33

Ciertamente, una luz no se coloca bajo ninguna cosa, muy por el contrario, se intenta colocar donde ilumine mejor, pero es lo que hacemos con mucha frecuencia, ocultamos nuestra profesión de fe ante otros, no compartiendo con ellos todo aquello que recibimos del Espíritu. Razones? Podemos dar muchas pero ninguna es valedera, todas son excusas, muy malas excusas por cierto.

Tenemos la obligación de compartir con nuestro prójimo (todo aquel que de una manera u otra se cruce en nuestra vida, por minutos, días o toda una vida) aquellas verdades que conocemos, es dejar la semilla, el que siembra debe tener paciencia, y en esta siembra, no es quien cosecha.

En el versículo anterior, Jesús utiliza otra comparación,

13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

que contiene una aseveración terrible: No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

¿No es fácil?, no, si te habitúas llega a ser un hábito como todos los demás. Y entregas a cada uno lo que le corresponde. Recuerda, puedes intentar cuidar, regar, abonar, etc., pero la cosecha es de tu Señor.